Este texto se atribuye
con frecuencia a la Madre Teresa de Calcuta, ya que tenía un ejemplar en la
pared de su celda, pero fue escrito por Kent M. Keith cuando tenía 19 años, y
la Harvard Student Agencies lo publicó por primera vez en 1968.
Las personas son
irrazonables, inconsecuentes y egoístas;
perdónalas de todos modos...
perdónalas de todos modos...
Si eres bondadoso, te
acusarán de tener oscuros motivos egoístas;
se bondadoso de todos modos...
se bondadoso de todos modos...
Si tienes éxito, te
ganarás amigos falsos y enemigos verdaderos;
ten éxito de todos modos...
ten éxito de todos modos...
Si eres franco y
sincero, la gente puede engañarte;
se franco y sincero de todos modos...
se franco y sincero de todos modos...
Lo que te cuesta años
construir, alguien podría destruirlo en una noche;
construye de todos modos...
construye de todos modos...
Si encuentras sosiego
y felicidad, podrían envidiarte;
se feliz de todos modos...
se feliz de todos modos...
El bien que hagas hoy,
muchos lo habrán olvidado mañana;
haz el bien de todos modos...
haz el bien de todos modos...
Da al mundo lo mejor
que tienes, y quizá nunca sea suficiente;
da al mundo lo mejor que tienes de todos modos...
da al mundo lo mejor que tienes de todos modos...
Ya ves, a fin de
cuentas, todo queda entre Dios y tú;
Nunca fue entre el mundo y tú de todos
modos...
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